Cuatro a seis meses después de la administración de BOTOX, la placa motora volverá a restituir su función y el músculo recuperará su capacidad de contraerse, hasta qué la zona tratada vuelve a su ser; la duración de los efectos del BOTOX dependerá de la fuerza de contracción muscular inicial, la frecuencia de actividad de los músculos, la dosis usada en cada punto de inyección, el número de puntos de inyección y su distribución, etc.

En resumen, la TBA elimina o atenúa las arrugas de expresión producidas por los músculos «hiperfuncionantes» suavizando los gestos causados por las arrugas de expresión, dejando una piel más suave. La TBA puede ser administrada de forma preventiva (Baby BOTOX) para retrasar la aparición de arrugas permanentes y evitar la «rotura» de la piel en los surcos que forman las arrugas de expresión.

Es muy extendida la idea que el BOTOX deja rostros inexpresivos y/o artificiales, no debería suceder, en caso de darse podría deberse a un tratamiento mal diseñado o la migración de material a zonas aledañas al punto de administración. La TBA correctamente administrada deja rostros más relajados, desapareciendo el aspecto de persona cansada o enfadada, debe mantenerse la expresividad y sobre todo, el médico tratante evitará dejar «caras estáticas».

En nuestras clínicas de Madrid y Ciudad Real usamos el BOTOX de la marca BOCOUTURE principalmente porque no requiere mantener la cadena de frio para su correcto almacenaje. En el mercado existen varias marcas, todas reconocidas como de buena calidad por lo que podemos hacer uso de cualquiera de ellas de manera indistinta, eso si, se recomienda alternarlas para disminuir el riesgo de generación de anticuerpos que ocasionaría un menor tiempo de duración de sus efectos.

La clínica cuenta en con instalaciones para mantener la cadena de frio que conservará el BOTOX en condiciones adecuadas para su administración y demás para realizar el tratamiento con todas las condiciones de seguridad.

El tratamiento no causa adicción, simplemente rejuvenece y suaviza los gestos produciendo satisfacción a los pacientes, de forma qué cuando pase su efecto, deseará volver a realizar el tratamiento. La TBA no genera ninguna sustancia adictiva y, rotundamente, el efecto del tratamiento con la TBA es del todo reversible, de forma qué cuando remita su efecto su aspecto será similar al que tenía antes de realizar el tratamiento. 

Una incorrecta planificación del tratamiento podría ocasionar un gesto o un cambio de la expresión facial no deseados, con menos frecuencia podría notar mareos, debilidad de los músculos faciales, dolor de cabeza, erupción cutánea, dolor en el lugar de aplicación, etc. Todas las molestias que puede ocasionar el uso de la TBA se encuentran recogidas en la ficha técnica del medicamento.